La noche se compone de
tus ojos
Que titilan como
estrellas mientras te pienso
Puedo reproducirte
en los espejos,
en la búsqueda
interminable
de mis manos,
o en el vaivén del aire
que respiro.
Encandilo los vértices
de los fantasmas
con el encantamiento de
cada rincón que fue nuestro
y un silencio de alcoba
se precipita
sobre todo, lo que existe
(o existió).